Tenía 18 años cuando me mudé sola a otro país. Fue una etapa de muchos cambios, y con ellos llegaron las migrañas. Eran intensas, duraban días y cada mes, al inicio de mi ciclo, aparecían como un reloj. La luz, el ruido, cualquier estímulo se volvían insoportables.
Busqué respuestas. Fui a médicos, me hicieron estudios, pero nadie encontraba una causa. La única opción fueron medicamentos fuertes que calmaban el dolor, pero traían otros malestares. Así pasé más de una década, sintiendo que no tenía control sobre mi propio cuerpo.
Explorando Otras Posibilidades
Llegó un momento en el que ya no quería vivir así. Mi cuerpo se debilitaba, mi calidad de vida se veía afectada, y necesitaba encontrar otra manera de abordar lo que me estaba pasando. Fue entonces cuando empecé a explorar métodos alternativos. Empecé con yoga y respiración, cambié mi alimentación, probé acupuntura y quiropraxia. Poco a poco, la intensidad de las migrañas bajó, pero cada mes seguían llegando.
El verdadero cambio ocurrió cuando incorporé prácticas somáticas, liberación miofascial y regulación del sistema nervioso. Ahí entendí que el dolor no era mi enemigo, sino un mensaje de mi cuerpo.
Lo Que Sé Hoy
Las migrañas no desaparecieron del todo, pero ahora son raras y mucho más manejables. Sé qué las detona y tengo herramientas que, la mayoría de las veces, las disuelven antes de que se instalen.
Si vives con migrañas o dolor de cabeza recurrente, sé lo frustrante que puede ser. Por eso creé el taller Miofascia y Acupresión para el Dolor de Cabeza: Liberando la Tensión, donde compartiré lo que realmente me ayudó. Estas herramientas me han permitido no solo aliviar el dolor, sino también transformar mi relación con mi cuerpo.
Si esto resuena contigo, te invito a explorarlo conmigo. A veces, un pequeño cambio puede hacer toda la diferencia.