En este artículo exploraremos cuáles son los 8 principios del Mindfulness y cómo al aplicarlos en tu vida pueden llevarte a una profunda transformación interior

¿Cuantas veces te ha pasado que durante una conversación, en vez de escuchar, estás pensando que vas a contestar? o ¿que te preocupes por cosas que no han sucedido y puede que nunca sucedan? o tal vez que sin conocer a alguien te formes inmediatamente un juicio de esa persona y cuando tienes oportunidad de conocerla te das cuenta de que no es lo que habías pensado?

De alguna manera u otra todos hemos pasado por esto y sin bien son reacciones bastante difundidas, nos alejan de la realidad. De esta forma, comenzamos por creernos historias mentales basadas en nuestro pasado y formas de percibir la vida que definitivamente no son objetivas, ya que todos percibimos la realidad como “somos” y no como “es”. Estas actitudes nos alejan del momento presente y perturban nuestra mente

En este contexto, la práctica del Mindfulness está basada en 8 principios fundamentales que al cultivarlos en tu vida diaria te permitirán encontrar paz y un mayor grado de presencia:

1. LA MENTE DEL PRINCIPIANTE

El primer de los 8 principios del Mindfulness, nos invita a abrir nuestra mente y corazón para ver las cosas como si fuese la 1a vez.

Seguido dejamos que nuestros pensamientos y nuestras creencias sobre lo que “sabemos” nos impidan ver las cosas como realmente son, con el resultado de cerrarnos a lo que el momento presente tiene para nosotros. 

Cultivar una mente de principiante significa liberarte de tus expectativas del pasado y de como crees las cosas deberían ser y abrir tu mente y corazón a lo que realmente está sucediendo con una actitud de curiosidad y no-juicio. 

En vez de caer en patrones de pensamiento y comportamiento automáticos dictados por tus expectativas o experiencias pasadas, esta nueva actitud te permitirá abrirte a nuevas posibilidades y formas de ver la vida. 

2.  NO- JUICIO

El no- juicio es una invitación a convertirte en un observador imparcial de tus experiencias y pensamientos. Si bien el juicio es uno de los procesos racionales de la mente, cuando es constante e inconsciente se vuelve difícil encontrar un estado de paz interior. La mente está constantemente creando juicios “positivos” o “negativos” etiquetando a la realidad bajo una determinada forma de ver la vida. 

La invitación aquí, es de observar y reconocer cuando el juicio aparece en tu mente y dejarlo ir sin crear ulteriores historias mentales. Permítete observar asumiendo la actitud de un observador imparcial y dejando ir etiquetas tales como “bueno o malo” o “justo o equivocado”.

3.  ACEPTACIÓN

La aceptación es la condición de quien ve las cosas tal y como son en el momento presente. En nuestra vida diaria, utilizamos una gran cantidad de energía en resistir lo que sucede en vez de aceptar la realidad tal y como es.

Cultivar aceptación es fundamental en un proceso de cambio que no va confundido con una actitud pasiva pero por el contrario, con la capacidad de acoger nuestras experiencias por lo que son en ese momento sin intentar cambiarlas. 

Al aceptar la situación tal y como es comienzas a tener una visión más clara de lo que está realmente sucediendo sin el velo del juicio y de lo que tu crees que sabes para poder actuar de manera más consciente y útil en tu vida.

4. NO BUSCAR RESULTADOS

En nuestra sociedad actual en donde la creencia de “tener más, es mejor” la búsqueda de resultados por un lado nos ha permitido alcanzar altos niveles de bienestar económico, pero por el otro, ha aumentado enormemente los niveles de estrés, insatisfacción e impaciencia.

En nuestra cultura, la mayor parte de las cosas que hacemos, las hacemos para obtener un resultado, mientras que en culturas orientales tales como el budismo y el yoga, por el contrario nos invitan a SER con no otro objetivo más que ser tú mismo.

Aquí la práctica de la meditación se vuelve fundamental en cuando nos da espacios para SER. Es importante mencionar que la meditación nos invita a observar lo que ES y no lo que yo quiera que fuese, por lo que muchas veces es una práctica que nos invita a observar nuestra propia resistencia, incomodidad o dolor físico y emocional sin necesidad de querer llegar a un resultado específico. 

5. CONFIAR

Aprender a confiar en nosotros mismos, en nuestras experiencias, sensaciones, emociones e intuiciones. Esto significa que si percibimos que algo no se siente bien dentro de nosotros, aprendamos a respetar nuestras sensaciones e intuiciones en vez de sentir que “tenemos que hacerlo”.

Esta confianza es el resultado de escucharte a ti mismo a través de las prácticas de Mindfulness y de consecuencia aprender a confiar en tu sabiduría interior. Cultivar confianza en ti mismo, te permitirá desarrollar confianza en los demás.

6. DEJA “SER”

Cultivar una actitud de “dejar ir” o de no-apego, es fundamental en la práctica de Mindfulness. Sin embargo “dejar ser” es diferente a “dejar ir”.

“Dejar ser” se refiere a permitir que las cosas (o las personas) sean como son sin intentar “dejar ir” cualquier cosa o sentimiento presente. “Dejar ir” es algo que tu haces, “dejar ser” es permitir que las cosas sean como son. 

Esto significa que muchas veces no estamos listos a “dejar ir” algo que es doloroso para nosotros en este momento, como por ejemplo la pérdida de un ser querido y es necesario “dejar ser” en el sentido de permitir que los sentimientos fuertes de pérdida, dolor o abandono estén presentes sin que nos queramos deshacer rápidamente de ellos. Al permitirnos aceptar la situación como es, creamos un espacio interior para que cuando estemos listos podamos dejar ir. 

7. PACIENCIA

Paciencia es entender que todo tiene su tiempo, es aprender a estar completamente presente en cada momento aceptándolo en su plenitud. 

Esta es una invitación a cultivar paciencia hacia nuestra mente y nuestro cuerpo. Cuando en meditación observas que te distraes, con paciencia regresa a tu ancla de atención una y otra vez. Sin importar cuantas veces te distraigas, la paciencia, te permite volver a ti sin juicio ni irritación. 

8. COMPASIÓN

La compasión nos invita a reconocer nuestra común humanidad, el hecho de que todos compartimos miedos, todos tenemos los mismos deseos de ser amados y aceptados y al reconocerlo en ti mismo, te permite abrir tu corazón a los demás.

Sin embargo, la compasión comienza siempre contigo mismo. Cuando aprendemos a sentarnos con nosotros mismos, confiando en cualquier sensación o sentimiento emerja sin juicio y sin rechazarlo, es cuando comenzamos a cultivar compasión hacia nosotros mismos y hacia todos los seres. 

Cuando comenzamos a aplicar los 8 principios del Mindfulness en nuestra vida, nuestra conciencia se expande y aprendemos a responder a la vida en vez de reaccionar en piloto automático a lo que está sucediendo. Es un camino interior que requiere de tu amor, tu paciencia, tu compasión y tu compromiso personal para recordar tu verdadera esencia.

¿Cuál de los 8 principios del Mindfulness es el que tienes que cultivar mayormente en tu vida?

 

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